Fijate
dónde pones los pies
no vaya a ser que pises
las narices
de las suricatas
que duermen en los túneles
de canutillos y espejos.
Tené cuidado
fijate
dónde pones los pies
no vaya a ser que no las veas
con tus pantalones oxford
cuando tantas veces nos fijamos ya
en sus uñas negras
y esas cejas largas
que mueven cada vez que olfatean
el aire de arena.
Salen a veces
las anheladas suricatas
a la superficie
y sin saberlo jugamos
a meternos en sus túneles
collages de próceres
de hojas y estampillas
próceres
enterrados entre los insectos
rodeados de flores
velados por suricatas.
Fijate
dónde pones los pies
no vaya a ser que pises
sus narices
interrumpas el velorio
y destruyas el caleidoscopio
de pertenencias
guardadas en cajas
no vaya a ser que pises el caleidoscopio
de las suricatas acumuladoras
de tesoros efímeros.
¿Dónde vas a poner los pies?
no sé, vos fijate
de las suricatas ya solo queda
un caleidoscopio roto
que ninguna pudo llevarse
cuando se mudaron al columbario.
–
Caleidoscopio de Suricatas es un poema sobre las cosas que no podemos llevarnos cuando nos mudamos a la casa definitiva y forma parte del fanzine Sobre cosas no tan cosas.