Poema gris

En el gris abandono
de un horizonte de plata, 
tu plateada figura
se diluye, lejana
en la bruma muda,
blanquecina, 
y cansada.
Placiturno el sol
plateaba senderos 
albos
y tu voz de platino
hizo platear la tarde, 
en el brillo,
en el eco,
en el aire plomado.
Te seguí hasta las sombras
donde grisan las almas
y esfumaste,
agrisadas,
tus leves alas
calladas.