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Saber interpretar es saber leer
Hace poco lo orinó un elefante, iba caminando por la vereda contraria, literalmente, el elefante estaba lejos, y él lo esquivaba con una suerte inexistente, en cada baldosa parecía tener la dicha de caerse. Así es, ¡la dicha! A él le gusta cuando lo orina un elefante —pienso todos los días—, repite la misma rutina, […]