Poeta Argentino

Poeta Argentino

POETA ARGENTINO

Un poeta

Un poeta argentino

Un poeta argentino y solitario

Un poeta argentino y solitario en una habitación

Un poeta argentino y solitario en una habitación con un sueño.

Un poeta: en fin. Un proeta.

Creía conocer de cerca el suicidio.

Inspirado por Cortázar, por Pizarnik y

la Rue Morgue de Poe.

En general: un poeta con esperanzas

salvo cuando se deprimía o tomaba

tequila o escuchaba demasiado a Radiohead

Algo que podía durar tal vez

días, una semana como máximo. Una

sucesión constante de noches del Club:

de rivotril, xanax, faso y valiums.

Un poeta.

Un poeta argentino

Un poeta argentino y solitario:

Una vez se quedó

dormido en una plaza una noche

fría y horrible de invierno. Una vez

le robaron las zapatillas, lo

patearon en el piso entre tres vagos.

Una vez durmió en un colchón lleno

de pulgas con una única frazada.

Un poeta: en fin, que solía contar

historias que le sucedieron

entre los catorce y diecisiete años:

bardo entre las barras de Villa Mitre

y Villa Rosas: los canillitas, el hambre

y los trapitos de Capital andando

a caballo y juntando cartones

y Retiro con olor agrio/fuerte.

Cuerpos desnudos y negocios en los límites de la ley

Acostados en una cama hecha con cartones húmedos.

Un poeta. Un poeta en una época tranquila:

a punto de cumplir un cuarto de siglo, pero

también con miedo a la vejez y a la muerte

a la caída del pelo y no a las canas. Quién

asistió a las clases de Mario Ortiz y escuchó

recitar “ese techo tranquilo de palomas entre pinos y tumbas”  

de Paul  Valery, que lloró una noche por imaginar aquel cisne

aleteando en el barro suplicando a Eros la presencia justa

y necesaria del amor: Baudelaire: ¡y también a Maiakovski!

UN POETA: que soñó al obrero.

 UN POETA: que lagrimeó mientras imaginaba los últimos

días del ruso. La habitación perdida en una ciudad Europea,

enamorarse de una prostituta: un amor no correspondido.

La traición de la patria. La muerte del ideal.

El revólver, el tequila y el disparo.

Quién repitió incansable y alegremente un único

verso de William Wordsworth cómo una suave mantra;

ahora veo con ojos serenos el mismo pulso de la máquina

/un ser respirando/ un aire meditado/una peregrina entre la vida

y la muerte, la razón firme, la templada

voluntad, paciencia, previsión,

¡fuerza y destreza!

UN POETA: La vejez para él es rozar los treinta.

La guerra de los treinta años y no recibirse más.

Una edad cualquiera, como tantas otras diría Roberto Bolaño

Pero para nosotros también el futuro puede ser un abismo 

Y tampoco quisiera que la edad nos limitara.

Un poeta

Un poeta argentino

Un poeta argentino y solitario

Un poeta argentino y solitario con un celular:

Creando contenido en Instagram, escribiendo

en calzoncillos desde una computadora una noche

de verano fantástica donde todo es una hermosa fiesta

sin él. Que luego recorre Alem y se mira en el espejo del banco

deseando subirse a algún caballo con espinas sin importar

herirse el culo ni las manos o el corazón y recorrer

cómo Catriel o Paco amoroso lo suburbios de la capital.

Que asistió a Cultura Clásica y se imaginó la ciudad

incendiada de Troya las ruinas la muerte del padre

y a Eneas: vislumbrando el fantasma de aquella

mujer escapando con su hijo en brazos con unos pocos

de sus pares y todos desesperados. Todos desesperados.

Maria Luisa tratándonos como niños. Y luego: latín,

sit tibi terra levis y memento mori en la pieles de todos

los estudiantes y entre medio un único y solitario poeta

argentino. Pero para nosotros

el presagio estaba en otra parte. En la fiesta

que creíamos que sería empezar el primer año.

En la lentitud de los gestos. En la calles dónde

Leandro Coccia pegatineaba escritos desconocidos e inéditos.

En el mito de los mateístas incluso en los murales de Santiago Pozniak.

Un poeta: tal vez, desarreglado, tal vez nervioso,

en la cama oscura pensando si acaso la trascendencia

es posible aún en el día de hoy. Si vale la pena ser recordado.

Que soñó con Laura Wittner reconociéndolo como un par.

Que creyó poder publicar en HD EDICIONES

Quiso ser como Fabián Casas

Como Alejandro Raymond

Como Charles Bukowski

Cómo Alejandro Zambra: Y fallo.

Nuestro Rimbaud del conurbano

Nuestro Mansilla citadino

La repetición constante de la propia repetición

Un poeta: la filosofía del mate amargo

y el vino Termidor cortado con jugo Tang

El recusante de gramática española y en memoria

de Nora con un nueve en el final. Nunca se

resignó. ¡Jamás se resignó!.

Virtuoso común nacido de una Patria

hecha de sangre. Cemento aborigen

sobre papel sin tumba. Nómade oriundo en el sur del sur:

que los asesinos tienen una cuenta de ahorros en dólares

y los laburantes marchan

allá por la Rosada y el no sería menos.

Un Poeta: cubriendo suplencias de Literatura

en una escuela de Beutiful Mont y Bahia White City.

Agarrando horas y sobreviviendo como puede pero siempre POETA.

La nostalgia de lo no vivido.

La nostalgia de lo que queda por vivir.

Que leyó a Castañeda y de verdad pensó

que la brujería existe: la voluntad eterna y precisa

DE un hecho ocurriendo perfecto en sus deseos mas puros

Que se imaginó siendo parte de un movimiento con fuerza

suficiente para ser luego investigado en las Universidades

Latinoamericanas. Que reflexionó

sobre el origen del teatro del oprimido

y se resignó y se lamentó aún por la hipocresía.

Que asistió a las clases de Negrette y repitió:

la melancolía es un duelo sin final

la melancolía es un duelo sin final

la melancolía es un duelo sin final

Un poeta dueño de sus propias pasiones tristes.

Que leyó con Sergio Raimondi a Sharon Olds: el salto

de ciervo, satan says: y pensó férreamente yo también

resignaría mi post-doctorado por escribir un buen poema

La maquinaria perfecta de Williams Carlos Williams:

la famosa carretilla roja brillando luego por las gotas

de rocío en una mañana soleada. La clásica escena y tantos otros.

Que estudió a Megan Boyle de la mano de Claudio Dobal

la alt lit/  la osadía de Noah Cicero/ un lenguaje actual

y necesario/ la resignación de la intelectualidad de forma no tan

intelectual: Y pensó: VOS TAMBIÉN PODES SER

Un poeta

Un poeta argentino

Un poeta argentino que piensa

Un poeta argentino que piensa mientras recuerda:

Un amor inolvidable

Un amor perfecto

Bajo la lluvia

Un amor inolvidable

Y breve,

¿Como un huracán?,

No, un amor breve como el suspiro de una cabeza guillotinada,

Y que sólo es visible para quienes aman

que solo es visible para quienes aman

que solo es visible para quienes aman.


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