Primero, cuando la empezaron a dar en la tele en el 2012, yo le decía a Laura que había visto unos cuantos capítulos de la primera temporada de la serie Breaking bad y no me enganchaba porque me producía un rechazo ideológico, que es este: ¿qué profesor de química del secundario (y por lo tanto qué maestra, qué abogado, qué empleado bancario, etc.) no es, en el fondo, el señor White, un próximo delincuente con cáncer al borde de la falta de escrúpulos? Digo, me molestaba BB por su función catártica diseñada para burgueses.

Así como no hay feng shui en las villas habitadas por bolivianos, no hubiera habido éxito de BB si no hubiera dispuesta una clase media llena de la mierda culposa que todos sabemos. Él tenía cáncer y se iba a morir como vos, amigo administrativo municipal, amiga ama de casa, y mientras hacía las cosas que vos quisieras hacer pero no sabés cómo o no te animás.

Ver que otro hace aquello a lo que no te animás te mantiene equilibrado, y por eso también me producía esa serie una especie de asquito moral. De paso, ese pelado que hubiera sido no mucho antes inaceptable, resultó por eso ser el ídolo de la relatividad moral contemporánea.

Por otro lado, me preguntaba de qué se trata, y cómo se trata aquello de lo que se trata la serie. Se trata graciosamente bien en sus detalles: si hay alguien que siempre tuvo razón es Flaubert. Por eso, de los veinte capítulos que vi me gustó ese raro y obse de la mosca, que tanto se parece a dos o tres partes de La conversación de Coppola. Pero ¿de qué se trata BB?

¿Se trata de que “malos” somos todos si pinta la oportunidad? ¿Se trata de que la muerte cercana te hace ver las cosas de manera diferente? ¿Se trata de la amistad entre un viejo profesor y su joven y aventajado discípulo? Chocolate por la noticia. Tengo una serie o película buena (y mejor) que mencionar para cada uno de esos asuntos. Si se tratara de la droga o de su circulación en el sistema sería más liviana de lo que es: todos sabemos que ése no es un tema atendible aunque pueda ser una excusa para casi todo ¿Se trata del amor a la familia? Un poco sí.

Me pregunto y les pregunto (solo pregunto, porque no las vi todas) si el sistema o la “condición humana” -tal como acepta la cultura que son tales cosas-, o la moral protestante si acaso, están en cuestión en algún momento. Sospecho que no: Walter White y su discípulo son aceptables emprendedores macristas y el sistema entonces queda a salvo, muy a salvo, protegido férreamente por tristes y auténticos dilemas personales.

Un poco más allá de lo que digo que me pareció ver en el primer párrafo de estas notas, BB me dejó siempre una sensación de vacío, la idea de que estaban contando con ritmo algo a lo que le faltaba alma. Una cosa que tiene una linda violencia bien puesta y bien justificada, para decir nada que valga la pena decir. Claro que vi nada más que unos quince capítulos y fueron sesenta y dos, así que acepto que me digan que hablo sin fundamento, y cierro el pico: me ganaron por cansancio, por desidia o por apresuramiento estético.

Lo que sí hice fue ver la peli de Jesse, que salió hace poco. Está “bien hecha”, hecha por la misma gente, y es una seguidilla de muy buenos momentos al pedo. Se llama “El Camino: a Breaking bad movie” y es como una saga, que me dejó el mismo gusto que la serie pero pior.

ACATÁ

https://miradetodo.co/el-camino-a-breaking-bad-movie-2019-720p-hd/