el jazmín de casa me cuenta que a veces

a veces y solo a veces

es necesario morir para sobrevivir

y no sé

me cuesta mucho expresar lo que siento

es como si mis emociones estuvieran guardadas en cajas

en unas super cajas

con un millón de contraseñas

una más indescifrable que la otra

una más encadenada que la otra

no entiendo por qué es tan difícil entenderme

cómo llegué hasta acá

cuantas tormentas me tragué

la cantidad de grietas que tengo

escribir me hace ordenar todo ese desastre

todo ese marote de cosas inconclusas

la música me ayuda a sentir un poco más

porque ponele que pueda saber que es lo que siento en el momento exacto que lo siento

ni eso me sale

soy un bebé de menos de un año

grito y chillo para expresar muchas cosas

como si no tuviera voz para hablar

como si todas las espinas de la rosa que tengo en el cuello me hayan tapado la garganta

la capacidad de hacer sonidos

que esos sonidos armen oraciones

que esas oraciones tengan principios y finales

que en el final yo me pueda sentir contenida

o escuchada

o querida

o comprendida

o amada

o lo que sea

pero que al final mi voz tenga una satisfacción

de haber podido bailar en mi boca

de hacer un ritual de limpieza en mi cabeza

de expulsarse como cuando nací

de salir del líquido amniótico a decir

no me guardes más

no me dejes ahí tirada

usame para sanar

dale piba haceme sangre haceme carne

haceme tu dolor tu tristeza

no te pudras

no te hundas más

estás a todo y a nada de poder saber

y entender

y creer

todo eso que sos

solamente tenés que hablar

y hablar

y hablar

y hablar