Mi abuelo era parecido a un roble, por el poco recuerdo que tengo de él.

 Sus manos gigantes como ramas, venosas de savia, percudidas por la rosca en la estepa, enverdecidas por la cercanía al mate de calabaza..

No recuerdo mucho mas de el, pero a veces sospecho entre sueños, que si hubiera vivido aun mas tiempo, tal vez le habrían nacido ramas y se hubiera transformado realmente en un árbol colosal que ocupara la manzana entera, milenario, y regalarle guitarras al que quiera.

Me contó que la gente y las cosas, son distintas entre si, solamente en detalles y que esas nimiedades son universos distintos, que somos como burbujas, porosas a veces, rígidas otrora, en un mundo de burbujas que gira locamente en espiral, y ahí, ¿Quién sabe?

En realidad nunca me dijo esto, pero me gusta pensar que es el tipo cosas que me podría haber dicho.

Porque he heredado un pedazo de su espíritu, así como mi familia, sobre todo Dalgo, nuestro Collie volador.

Así fue!, teníamos un Perro, Raza Collie, de pedigree trunco, a pesar de que lo llamaron Hidalgo, y un apellido vergonzoso para un perro, un gran amigo, blanco negro y marrón, tricolor que volaba por la casa, un hermano mío estuvo colgando de su correa una vez que se ocurrió que lo llevara tirando en la patineta.

Pensamos en atarle una canasta para subirnos, pero nos pareció que sería cruel. Claro.

Mis viejos, quisieron que Dalgo tenga cría, todos lo queríamos

 ¿Qué es mejor que un perro volador? 

Ud. dirá “Volar uno mismo, al perro lo llevas en la mochila de ultima”, está bien, puede ser…

Pero siendo realista, seria muy bueno tener muchos perros voladores, no para tirar trineos pero… en realidad no sé si sería bueno tener mas perros voladores… sus desechos son mas complicados que los de las palomas…

Está bien voy a contar la verdad… no era un collie… era una perra raza mezclada, de hermoso pelambre marrón rojizo, que volaba, y vivía en el árbol gigante de enfrente.

Ese árbol enorme era mi abuelo, que de tanto renegar contra el asunto de la vida y la muerte, una mañana de otoño, dejó crecer en su axila, un brote , que enverdecido y húmedo por la cercanía del mate, se extendía fuerte y vigoroso, así como las raíces que brotaron de los dedos de sus pies, y la variedad de ramas primero verdes, luego, naranjas, rojas, marrones.. para los pajaritos.