La aplicación en la jerga está asociada a un rango etario y a prácticas de ocio. El comunicador y docente Santiago Giorello analiza este fenómeno geopolítico que llegó para quedarse. Los usuarios virales en Argentina y lo que viene.

«Se nos propone vivir la vida como una película, en la cual cada uno puede o debe ser la estrella porque supuestamente el entretenimiento es el propósito de la vida, la felicidad del sujeto»

Omar Rincón

Me hice un Tik Tok, tengo que decirlo. Con 31 años mientras hago un doctorado, decidí crear contenido en esta aplicación para ver cómo funcionan los algoritmos, indagar en esta aplicación y por qué no, aprender.

Mi video más visto fue uno que hice con el filtro de pinceles que crea dibujos en formatos 3D, le puse la música de pac man y simulé aquel juego de nuestras infancias. El resultado fue más de 9 mil visualizaciones y casi mil likes. Antes había subido videos con horas de edición sobre el Mundial de Rusia pero fracasó en términos de repercusión. Pero para producir ese simple video del PacMan tuve que mirar bastante y comprender sus lógicas.

El combo es infinito, se puede grabar el video en el momento o sacarlo de tu galería, le agregas un fragmento musical –o el audio original- con la única condición de que dure menos de un minuto. Menos complejo que Snatchap y un poco más dinámico que Instagram. De ahí se puede jugar con fotos, efectos, y varias formas de tunear el producto original. 

“Del número de ciudades imaginables hay que excluir aquellas en las cuales se suman elementos sin un hilo que los conecte, sin una regla interna, una perspectiva, un discurso”, decía Italo Calvino en 1972, aunque si no lo googlearan tal vez creían que era reciente. Porque Tik Tok ofrece secuencias aisladas, inciertas, desconectadas, como un noticiero televisivo que anuncia en cinco minutos un incendio en India, un león tierno en Australia y una manifestación política en Francia. La diferencia es que en esta aplicación no hay límite de tiempo, aunque sus creadores estudiaron estas prácticas y ofrecen la posibilidad de limitarlo, como los casinos con las fotos de ingreso.

EL DEBATE GEOPOLÍTICO

Hace unas horas desde Tik Tok anunciaron que no quieren ninguna restricción desde el gobierno de Estados Unidos, tras el decreto de Trump de cierre porque “afectan la seguridad nacional” para que los chinos la vendan en los próximos 90 días.

ByteDance es la empresa que administra los recursos de millones de usuarios desde el año 2016, y que se popularizó en 2018. Sólo en Estados Unidos tiene 100 millones de cuentas y aspira a crecer a nivel exponencial por la facilidad de su acceso. En el mundo ya supera los mil millones de usuarios, y su cotización aumenta mientras leen esta nota.

Lo que demandan desde Washington es que detrás de esta aplicación está el partido comunista chino, quien accede a datos de sus ciudadanos y puede planificar distintas estrategias políticas, económicas y sociales, en el marco de la batalla por la vacuna del COVID 19.

La empresa planea seguir adelante con un litigio para evitar su interrupción, como alguna vez pasó con los japoneses y Nintendo hace tres décadas. Los amantes de videojuegos retro vean High Score en Netflix, en el cual hablan los creadores (Mario Bros, Tetris, etc.) de la puja por su expansión y modificación de software.

HISTORIAS MÍNIMAS

La sigla de Tik Tok significa “sonido vibrante” y busca a través de nuevas estéticas construir narrativas cotidianas. En el sentido común aparece la idea de que está asociada a los adolescentes, pero tras observar cuatro meses puedo afirmar que en mi “parati” (símil inicio de facebook) las edades son diversas.  El debate puede abarcar varias aristas, pero en un primer momento podemos pensar que no necesita ninguna formación previa –aunque esto no implique pensar que compartimos un mismo punto de partida- , y sólo se genera contenido con un celular y acceso a internet. Voy a mencionar algunas cuentas locales, sin intención de totalizar.

Paulina Cocina es una de las estrellas de esta aplicación, con más de medio millón de seguidores. Una simple ama de casa que hace años empezó con videos caseros en un monoambiente oscuro, hoy encuentra su espacio para mostrar sus recetas simples y sin grandes gastos, con humor y sencillez. Ya venía muy bien en Instagram y su traslado a esta red la potenció aún más.

En el plano centeniall son varias y varios los influencer. En su mayoría reproducen la lógica de instragram, en tanto características hegemónicas de los cuerpos. Ser flaco-a, rubio-a y de ojos claros abre puertas en estas estéticas de relatos cortos. Ojo, también hay experiencias de jóvenes que cuentan sus problemáticas o no responden a los cánones y se hacen virales.

Un kioskero en Mar del Plata graba las atenciones a sus clientes con una cámara oculta, según las peticiones en los comentarios. Un día lo hizo hablando en inglés, en otra como si un cliente fuera a un amigo de toda la vida. Algunos videos llevan más de un millón y medio de reproducciones: “No tengo un objetivo a largo plazo. Sé que tengo que hacer otras cosas el día de mañana porque sino voy a aburrir”, le dijo a un medio periodístico local.

Felipe Castro le puso quiero verde a su cuenta y habla de soberanía alimentaria mientras enseña a hacer huertas en un metro cuadrado. También da tips para tus plantas, aunque sus videos más vistos de 40 mil reproducciones son los que hacen humor. El que más me sorprendió es un profesor de matemáticas de Perú que trata de hacer “aburrida” una materia de la escuela y logró atravesar fronteras, con un simple pizarrón y buena dinámica de movimientos y ejercicios.

Una mujer de unos “más de 50 años”, como ella dice, se viralizó hablando de las bolucompras en casa, como aquellos objetos que tenemos sin sentido según los parámetros de utilidad. “Las vi a mis hijas y aprendí, ellas me enseñaron a usarlo”, explicó a La Nación. Debo admitir mi admiración por este personaje común que le pone mucha onda a sus producciones.

Y si hablamos de edades, hay varias mujeres de ochenta años o más que cuentan las experiencias de vida y rompe con la construcción histórica de la edad, vinculada a una cuestión de ocio. Así también hay profesionales como odontólogos, nutricionistas, profesores de educación física que buscan llegar a públicos masivos con simples explicaciones. Incluso el mago Emanuel, que ahora hace tutoriales explicando sus famosos trucos.

Por otro lado, esta aplicación reproduce las tensiones sociales como pueden verse en otras redes sociales como Twitter o Facebook. Un albañil cuenta sus experiencias en una obra, un vecino de Once de nacionalidad Angoleña cuenta sus experiencias de laburo y contesta las agresiones raciales con humor. 

Mientras un pibe de barrio muestra su humilde parrilla con el padre a los gritos, un multimillonario italiano emula en 48 segundos una duda que tiene: en qué vehículo sale a hacer las compras. Teñido, de piel quemada y tatuado, va girando por sus autos hasta que decide ir en moto modelo 2021. En otro video hace una secuencia con sus aviones y yates, mujeres y alcohol.

En el plano ideológico, el debate peronismo – anti peronismo domina la pantalla con diversos personajes que buscan construir relatos y generar una dinámica de los foros anónimos de Facebook: interminables, agraviantes y poco gratos. Preocupa, hay que decirlo, la cantidad de jóvenes que reivindican los momentos de dictadura.

Por otro lado, en épocas de pandemia son varios los emprendedores que a través de esta aplicación pudieron “salir adelante” según cuentan, con por ejemplo con la venta de alimentos, como un treintañero que lleva el mensaje de “no nos va a ganar la pobreza” y da tips para cocinar con elementos que creíamos inútiles como una botella de plástico hecha molde.

LOS FEOS NO ESTAMOS EN PANTALLA

Este artículo no aspira a que Tik Tok resuelva o acreciente las diferencias sociales, pero sí vale mencionar que la app encontró un espacio de visibilidad para aquellas minorías ninguneadas y estigmatizadas, como a laburantes que ven en la aplicación una vía de salida, con reglas abiertas que no aseguran futuros pero que crean condiciones mínimas.

Por eso la cita inicial del comunicador colombiano Omar Rincón, quien dijo que hay que dar la batalla por las estéticas. Parafraseándolo: “los feos no estamos en la tele”, en relación a los estereotipos que vemos hace décadas en las novelas. No fue casual la denuncia que le hicieron meses atrás por discriminación a Tik Tok, algo difícil de comprobar en lo tangible. “Tik Tok es un lugar de autoexpresión abierto y un entorno seguro tanto para los usuarios como para los creadores”, dijeron sus directivos. En el momento de debate por los recursos tecnológicos y la función del Estado –medida de control de precios y de utilidad pública días atrás- es necesario pensar los modos de producción y la necesidad de multiplicidad de voces en un reclamo de décadas.

Por eso acompañamos la demanda de generar políticas públicas estatales en el derecho a la comunicación, a la identidad y a nuestro goce en el entretenimiento. Eliminar los obstáculos al acceso y promover conocimiento crítico con roles sociales ayudarán a construir conocimientos en las distintas áreas, desde turismo hasta deporte, desde salud hasta educación sexual integral. Es decir, generar mecanismos para no dejarle el monopolio de las estéticas y el contenido a los mercados.

No es el objetivo depositar la pura responsabilidad en las instituciones educativas, pero si indagar en las culturas juveniles para poner vincularlas desde la crítica y la construcción de vínculos, en el acceso a conocimientos, donde los jóvenes hoy “enseñan” a los adultos a acceder a esta aplicación de creación de contenidos. “Funcionamos con la lógica de redes aunque no estemos conectados, suponemos que hay wifi en el teatro, en el cine, en cualquier lugar. El espacio de las paredes parece insuficiente, parece que nos estamos perdiendo algo. La contención escolar se desactiva, hay malestar entre una lógica y la otra”, dice Paula Sibilia.

Por último, Tik Tok no deja de ser una herramienta poderosa para acceder a nuestros datos e información y hacerla visible, por eso su acceso gratuito y la disputa por su posesión. Que el presidente de una potencia lo ponga en la agenda no es algo casual, es una herramienta poderosa que seguramente tendrá su cuota de influencia en las próximas elecciones, como la tuvo Facebook en su momento. Pero también una herramienta de negocios para que las empresas conozcan los consumos y movimientos de los usuarios según lo que disparan los algoritmos.  Su carácter masivo es innegable pero no debemos descuidar su poder ya que es una de las escenas contemporáneas en la configuración de los sentidos. No hay lenguaje sin engaño, decía Ítalo Calvino

Y si llegaron hasta acá, en tiempos de inmediatez y dispersión, les agradezco. Mi próximo paso será decirle a los autores citados que se hagan tik tok. Sería una buena idea.