En esta intervención artística podemos ver un joven llevando a sus espaldas lo que sería un pupitre tradicional utilizado en las escuelas. Esta imagen me hace pensar en las ideas de Paulo Freire, específicamente en su pedagogía.

 Ahondando un poco en sus ideas –sobre la pedagogía crítica- me parece importantísimo destacar el detalle de esta carga que lleva el joven en sus espaldas, una carga impuesta por una posición dominante de un educador que, a través de este método, busca reproducir un sistema desigual, injusto y marginador. (Patterson; 2008)

La pedagogía crítica busca generar un diálogo entre educando y educador, beneficioso para ambos. A esto lo llamó educación dialógica, en la cual se deben generar relaciones horizontales de intercambio, donde, como bien dijo Patterson: “no hay solamente formalismo o activismo con acciones sin sentido, sino que supone un accionar reflexivo y transformador”.

Freire decía que, los oprimidos de hoy no pueden convertirse en los opresores del mañana. A mi entender, esta idea es de suma relevancia ya que se formaría un ciclo opresivo donde opresor y oprimido están atrapados en su rol de una manera meramente impuesta por un sistema que ubica los niveles de poder.

Es por esto que Freire, a mi parecer, buscaba una liberación total en la relación de dominancia entre ambos. Sin dudas las doctrinas liberacionistas tienen algo en común y es que su objetivo no es solamente la “rebelión” del oprimido, sino, también del opresor, que ocupa la parte más difícil de erradicar en la cadena de dominación.

Y cuando me refiero a «estas doctrinas» me parece interesantísimo remitirme a las ideas de Frantz Fanon donde en sus textos sobre la relaciones de dominación habla de “estar por encima, sin resentimiento ni odio, tratando de liberar al blanco y al negro, al colono y al colonizado, de los amarres y las adherencias a una imagen (falseada), de los prejuicios del color” (Cesaire [et. Al.] 2017)

Este último autor también afirma que pocas veces se torna consciente la humillación, la marca de distancia puesta del blanco por el colonizado, quien padece eternamente una imagen de inferioridad (como el alumno de la educación bancaria de la que habla Freire) y carencia, al tiempo que se esfuerza por ser aceptado (También con una gran similitud a esta idea del aprender que propone Freire).

Para algunos autores, estos cambios radicales que se deben dar en los sistemas de dominación deben tener una forma necesariamente violenta que lleve a un drástico cambio de la realidad. Tanto como cuando hablamos de ideas de descolonización, protestas de campesinos (donde se usurpan propiedades privadas y se violan derechos en forma de llamado de atención al poder), o las protestas de los desocupados en la Argentina de los primeros años del año 2000 donde se bloqueaban carreteras.

En mi opinión -si se me permite- es un grave error buscar el sometimiento del opresor de una manera violenta ya que la ideas verdaderamente argumentadas y beneficiosas para todos, a largo, mediano o largo plazo resultan victoriosas. Porque como bien decía Fanon -aunque de manera contradictoria porque se refería a la descolonización como una acción violenta por excelencia- deben ser despojados de la relación de dominación ambas partes de esta, tanto la mayoría oprimida como la minoría opresora.

Y usted. ¿Qué opina?