Mi imagen sin vida te seduce tanto que no me dejas ir, me atas a tu tiempo finito, para soltarme cuando abandones la vida. 

Buscas constantemente que tus palabras conviertan lo insostenible en algo soportable, pero yo nunca me detengo. Me imaginás tan bien que ahora no puedo encontrarme. 

¿Alguna vez soñaste conmigo? Seguro me soñás perfecta, a tu manera, siéndole fiel al desamor. Mí pasado, que ahora es tuyo, lo manipulás para que no me duela, para que sea feliz, para que seas feliz. 

Ya no tengo presente, lo dejaste olvidado en un cajón para que el tiempo no suceda; se difumine en tus brazos. No puedo imaginar un futuro porque mi pasado y presente están siendo perturbados. 

De a poco mi capacidad de pensar se va agotando. No me preocupa porque te tengo a vos. Así que me quedo, y espero. Espero que algún día me sueltes. Y me dejes ser. Me dejes imaginar. Y me dejes soñar. Soñarte. Soñar con alguien más.