Esta semana fue agridulce para Bahía Blanca. La resolución del caso de Egidio Cofré, lamentablemente terminó en muerte. La primera víctima fatal en la ciudad.

Egidio Cofré

El lado esperanzador fue la ausencia total de nuevos contagios (ya son 8 días) y una duplicación de los casos resueltos en la última semana. La curva positiva. La que en nuestro gráfico se ve en azul, pujando por alcanzar a la línea roja, que esperemos que se mantenga ahí.

La resolución de un paciente con coronavirus lleva en promedio de 15 a 30 días. Siguiendo esta lógica y con la suposición intacta de que no van a aparecer casos nuevos, podríamos estar hablando de una Bahía Blanca libre de covid-19 por las fechas de la Revolución de Mayo. Un verdadero sueño.

Respecto al afloje legal de la cuarentena, también fue una semana positiva. El intendente Gay elevó sugerencias de nuevas aperturas a los gobiernos nacionales y provinciales. Se incluyen las profesiones liberales, la construcción privada, los peluqueros de la discordia y algunos oficios más. También se puede esperar que se relajen las salidas recreativas.

En la publicación anterior detallamos los cinco puntos que había mencionado Alberto en su casi cadena nacional. Cumplíamos con dos (que no haya circulación comunitaria y que no se dupliquen los casos en menos de 15 días) y en esta semana se mejoró aún más al respecto. El tercero es muy subjetivo como para anticiparlo. El cuarto (que haya menos del 50 por ciento de circulación ciudadana) deberá juzgarse sobre la marcha. Pareciera haber un aumento de la gente que se moviliza por la ciudad sobre todo a la luz del día, ausente de controles policiales, y es de esperar que, si se suman nuevas excepciones, el tráfico también sume personas.  Lo remarcable es que se observa un mayoritario uso del barbijo y de la distancia social, en todos los rincones de la ciudad.

El quinto punto era un claro “no” la semana pasada. El sistema de salud tiene que estar preparado para las demandas de la ciudadanía. Con el HAM cerrado y el Penna con un brote, era difícil revertir la negativa. Sin embargo el Hospital de la Asociación Médica reabrió, con modificaciones específicas para el covid-19 y en el hospital público de calle Necochea no apareció ningún nuevo contagio, por lo que se puede aspirar a una aprobación en esta categoría. Quedará por ver el discurso del presidente al extender la cuarentena y analizar cómo pueden las medidas afectar a Bahía Blanca.

Las eliminatorias del covid

El 25 de febrero, en Brasil, apareció en Sudamérica el covid-19. Desde ese día, escalonadamente, los distintos países de nuestro subcontinente fueron ingresando al ya poco exclusivo club de la pandemia. No se salvaron ni las Guyanas, ni Surinam, aunque para este informe las excluiremos para centrarnos en los estados con mayores poblaciones. Vamos a regirnos, por así decirlo, con el criterio de la Conmebol a la hora de armar las eliminatorias mundialistas.

Cada país es un mundo, pero casi 75 días ya permiten una comparación, llena de defectos, pero que nos permita analizar los resultados de otras estrategias y liderazgos contra la pandemia. La modalidad de competencia de este informe, que espero no sea tomada como una banalización, responde únicamente a la abstinencia de competencias deportivas a nivel mundial. El sistema de puntaje para estas eliminatorias del covid es simple: se toma el total de la población y se le divide los contagiados. El número resultante, los puntos, equivale a cuántos sanos corresponden por cada infectado. Se puede decir entonces que Argentina tiene un contagiado cada 8449 personas sin el virus.

8/5/2020PoblaciónContagiadosPuntos
Venezuela32.606.00037986.032
Paraguay7.253.00044016.484
Argentina45.377.0005.3718.449
Bolivia11.635.0001.8866.169
Colombia50.375.0009.4565.327
Uruguay3.531.0006845.162
Brasil211.420.000135.1061.565
Chile19.374.00023.048841
Perú32.627.00054.817595
Ecuador17.534.00031.881550
Total/Promedio431.732.000263.0681.641

Se ha dicho hasta el cansancio que este es el virus de la globalización, de los viajes, de los aeropuertos y la tabla demuestra que Sudamérica no escapa a esa regla. Si un liberal ortodoxo hubiera tenido que dividir a nuestros países según su apertura al mundo, los cuatro primeros, los cuatro “mejores” de la clasificación, estarían en el grupo de los más cerrados.

Algunos por cuestiones políticas (chavismo en Venezuela, peronismo en Argentina, MAS en Bolivia, con golpe de estado y todo), otros por cuestiones geográficas (Bolivia y Paraguay ni siquiera tienen salida al mar) pero todos están menos insertos en el mundo que los seis restantes países. Seguramente, salvo Argentina, estamos ante los tres territorios con menos vuelos directos a otros continentes, con menos cantidad de embajadas y menor inversión extranjera de todo Sudamérica.

Sin embargo, esta ventaja es sólo temporal. El coronavirus tarda en llegar pero llega y hace los mismos estragos que en los países comunicados, como ya está empezando a ver la dictadora boliviana Jeanine Añez con la aceleración de su curva de contagio.

Entonces, el ganador es…

El ganador indiscutido es la Venezuela de Maduro, con esos números tan bolivarianos en relación al resto del mundo. Muy pocos casos en relación a sus 32.000.000 habitantes. Se le podrá achacar al campeón que sus datos están muy cuestionados, pero esta vez no va a ser el caso. Vamos a amoldarnos a la lógica del radicalperonista Arturo Jauretche. “Cuando me levanto por la mañana con una duda sobre algo, leo el Diario La Nación, me fijo en lo que dicen ahí y me paro en la posición contraria”. En mi caso, reemplazaré al Diario La Nación por Estados Unidos pero la lógica será la misma. Por cierto, el país de Trump también tiene cuestionados sus números. Podemos, para conciliar posiciones, otorgarle el premio Juan Guaidó al Paraguay de Abdo Benítez.

Cerrando el podio entra nuestra patria, con un notable manejo de la pandemia. Tenemos incluso menos contagiados absolutos que países con menos de la mitad de nuestra población. El logro de Argentina debe valorarse porque el primer caso se registró el 3 de marzo, siendo, después de Ecuador y Brasil, el tercer país en confirmar contagios. Valga este éxito temporal como validación de la cuarentena, cada vez más administrada, y no como excusa para levantarla.

Especulaciones sobre cómo sigue la cosa

Se anticipan cambios de posiciones para la próxima semana. Como ya se dijo Bolivia está acelerando sus casos, por lo que es probable que baje de posición. Colombia y Uruguay amenazan su lugar, con correctos manejos de la crisis sanitaria. El último puesto se va a disputar entre Ecuador y Perú, que comparten una frontera históricamente compleja. Chile podría pasar a Brasil, sobre todo si Bolsonaro sigue saboteando las medidas de prevención. El primer puesto va a seguir siendo de Venezuela y esperemos que el segundo siga siendo de Paraguay, porque si no significaría un aceleramiento de contagios entre nuestros hermanos guaraníes. En este torneo, más que en ningún otro, sólo se sube cuando caen los demás.

El torneo de la muerte

Todo parece indicar que para enfrentar esta pandemia hay que desarrollar dos tácticas paralelas. La primera es evitar los contagios. Para esto las cuarentenas, los cierres de frontera, la promoción del distanciamiento social. La segunda es curar a la mayor cantidad de enfermos para reducir las muertes. Para esto, el refuerzo en el sistema de salud a contrarreloj y la investigación en tratamientos y medicinas.

En términos futbolísticos, sería como la defensa y el arquero. Los defensores van a evitar que la pelota llegue al arco. Si lo hace, aparece el arquero, en este caso, el personal de salud. Puede haber equipos con malas defensas y buenos arqueros, o viceversa, pero lo deseable es que ambas líneas respondan adecuadamente.

8/5/2020PoblaciónMuertosPuntos
Venezuela32.606.000103.260.600
Paraguay7.253.00010725.300
Uruguay3.531.00017207.706
Argentina45.377.000282160.911
Bolivia11.635.00091127.857
Colombia50.375.000407123.771
Chile19.374.00028168.947
Brasil211.420.0009.14623.116
Perú32.627.0001.53321.283
Ecuador17.534.0001.61810.837
Total431.732.00013.39532.231

Por más que terminan vinculándose a la hora de los balances, lo cierto es que los países pueden ser más efectivos en una u otra táctica, independientemente de los resultados de la otra. Esto es lo que viene a reflejar esta tabla, destacándose la notable tarea de chilenos y uruguayos, subiendo varias posiciones respecto a la comparación por contagios. También se observa más claramente la terrible crisis sanitaria de Ecuador, clavado trágicamente en el fondo de la tabla.

Argentina se queda afuera de este podio pero los números son excepcionales. Un muerto cada 160.000 vivos. Alemania, ejemplo de la baja mortalidad, tiene un fallecido cada 11.000 y Suecia, modelo de los libertarios, tiene uno cada 3.346. Los dos europeos husmearían en los últimos lugares de la tabla de mortalidad sudamericana.

Nobleza obliga, los europeos recibieron al coronavirus un mes y algo más temprano que nosotros y está comprobado en distintos escenarios que la mortalidad del covid-19 aumenta con el pasar de las semanas, más si se da en un contexto de saturación sanitaria. Cruel reflejo adelantado para el que tenemos que prepararnos, en nuestro pedacito de tierra.