tu sentido de la justicia

es sofocante

lo esgrimís

como un machete

te abrís paso

en territorio inhabitado

estéril

tu selva fantasma

se levanta

y al principio

te miramos

en silencio

civilizados

nos encanta

tu espectáculo freak

después te enojás

arremetés

esquivamos

por un rato

tu aleteo

y terminamos

demorados

en situaciones de

por ejemplo

tazas no lavadas

dejadas

en cualquier lugar

tu sentido de la justicia

no es sentido de la justicia

es tan caprichoso

ingenuo

acusador

hipnótico

y podría materializarse

para ser

un machete

o

una especie de

bestia sagrada

que te carga en su lomo

pega un salto

y te permite

sobrevolarnos

.

nos pedís por favor

en tu tono tirolés

que las tazas

hay que lavarlas

y guardarlas

en donde van las tazas

y no dejarlas

tiradas

en cualquier lugar

porque

las tazas

tienen su área correcta

y también

la necesidad

de estar

aceptablemente lavadas

y el café se toma

sólo en el área dispuesta

a tal fin

y no en cualquier lugar

no seamos

maleducados

decís

incluyéndote

con cierto asco

en ese plural

y agregás

dos comentarios más

apocalípticos

sobre la cuestión tazas

.

nos pedís por favor

esgrimís tu por favor

gritado

desde arriba

en tu bestia esclavizada

por favor

agudo al punto de

romper cosas

nos pedís

pero igual

lo peor sucede

una taza cae

cinematográficamente

una taza medio llena

o medio vacía

si somos optimistas

diseminándose

puntitos de café

en el piso

en un radio

que excedería

los pronósticos

más atrevidos

tu propio estallido

estoicamente

atrapado

desde adentro

por la dermis de tu cara

que toma por fuera

una coloración bordó

es así amortiguado

un suspenso

mientras

contemplamos

el enchastre

diabólico

bienvenido

que va dibujando

la interrupción de

la monotonía laboral

por una serie de

estallidos de

colores

primero café

después bordó

y después