Algo no está bien. La cabeza va y viene. Mueve la pierna derecha al son de las ideas. Decide agarrar el teléfono y marcar un número con código de área de otra ciudad. La atiende una voz suave. La siente cercana pero no familiar. Cuelga. Va al baño, se aprieta la cara con fuerza y explotan las lágrimas. Él no volverá a ser el mismo.